La Bien Plantá 2023 es una oda a la autenticidad y al carácter inquebrantable de las tierras donde nace. Este vino tinto destaca por su vibrante color rubí y su intensa complejidad aromática, con notas de frutas rojas maduras, especias sutiles y un toque mineral que evoca el terroir único de la región. En boca, se presenta con una estructura equilibrada, taninos suaves y un final persistente y elegante. Es un vino que invita a disfrutar cada sorbo y a descubrir nuevas facetas con cada copa.
Añada 2023:
La añada 2023 ha sido particularmente especial para la Bodega Atalaya. Un año marcado por condiciones climáticas óptimas que han permitido una maduración lenta y uniforme de las uvas, resultando en una cosecha de calidad excepcional. La combinación de días soleados y noches frescas ha favorecido el desarrollo de una fruta con gran concentración de sabores y una acidez equilibrada, lo que se traduce en un vino de gran frescura y profundidad.
Bodega Atalaya:
Ubicada en el corazón de una región vinícola con una larga tradición, la Bodega Atalaya se distingue por su compromiso con la excelencia y la innovación. Desde su fundación, ha apostado por la elaboración de vinos que reflejen la identidad de su entorno y la pasión de sus creadores. Con una filosofía que combina técnicas ancestrales y tecnología moderna, Atalaya se ha consolidado como un referente en la producción de vinos de alta calidad, respetando siempre el equilibrio natural y la sostenibilidad.
Método de Cultivo Biodinámico
La Bodega Atalaya aplica el método de cultivo biodinámico, una práctica agrícola que va más allá de la agricultura orgánica. Este enfoque holístico considera la viña como un ecosistema interconectado, donde se utilizan preparados naturales y se sigue un calendario basado en los ciclos lunares y planetarios. El objetivo es fortalecer la vitalidad del suelo y de las plantas, promoviendo una agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
En la práctica biodinámica, se busca mejorar la biodiversidad y la salud del viñedo mediante el uso de compost y preparados específicos que activan la vida microbiana del suelo. Además, se fomenta la autodefensa de las plantas contra plagas y enfermedades, reduciendo la necesidad de intervenciones externas. Esta filosofía no solo produce vinos más naturales y expresivos, sino que también contribuye a preservar el entorno para las generaciones futuras.
