Nuevos Estudios muestran los nuevos cambios de hábitos en el consumo del vino en España y resto del mundo.

8 de Septiembre de 2024.

El vino ha sido una parte fundamental de la cultura y la gastronomía en muchas regiones del mundo durante siglos. Sin embargo, los hábitos de consumo de esta bebida están cambiando rápidamente, impulsados por una combinación de factores como la globalización, la conciencia por la salud, el interés por la sostenibilidad y el surgimiento de nuevas generaciones de consumidores. Veamos cómo ha evolucionado el consumo de vino, particularmente en España.


1. El vino y las nuevas generaciones

Tradicionalmente, el vino ha sido asociado con un público de mayor edad, pero en los últimos años, las generaciones más jóvenes están mostrando un interés creciente. Aunque todavía hay mucho camino por recorrer, los millennials y la Generación Z están influyendo en la forma en que se consume vino.

En lugar de las grandes cenas formales con vinos clásicos, las nuevas generaciones están optando por opciones más casuales y accesibles. A menudo prefieren vinos más ligeros, frescos y fáciles de beber, como los vinos blancos y rosados. También están más interesados en la experiencia social de beber vino, lo que ha llevado al auge de las catas, maridajes y eventos en torno al vino.

2. Mayor preferencia por vinos ecológicos y naturales

A nivel global y también en España, ha crecido el interés por vinos ecológicos, biodinámicos y naturales, debido a la mayor preocupación por el medio ambiente y la sostenibilidad. Estos vinos, elaborados con técnicas respetuosas con el entorno, sin aditivos químicos y con un enfoque más artesanal, están captando la atención de consumidores que buscan productos más auténticos y saludables.

En España, muchas bodegas están adoptando prácticas sostenibles, y algunas regiones vinícolas están destacando por sus esfuerzos en la producción ecológica, como La Rioja, Cataluña o Almansa.

Este vino, La Bien Plantá, de la Familia GIL elaborado en Almansa con agricultura biodinámica, una rama más de la ecológica, demuestra que lo ecológico no está reñido con el sabor y la calidad del resultado.

3. Cambios en los momentos de consumo

Antes, el vino solía estar reservado para ocasiones especiales o para acompañar las comidas principales. Sin embargo, hoy en día su consumo es más flexible y está presente en momentos más informales. Los aperitivos, las terrazas, las reuniones sociales e incluso la tendencia del brunch se han convertido en espacios donde el vino es protagonista.

Bodega Raíz de Guzmán,
Ribera del Duero

Además, el consumo moderado en casa también ha crecido, sobre todo después de la pandemia, donde las personas buscan replicar la experiencia de los restaurantes en su propio hogar.

4. Aumento de la cultura del vino en España

España, siendo uno de los principales productores de vino en el mundo, ha visto un crecimiento en el interés por conocer más sobre los vinos locales. Esto no solo se refleja en la venta de botellas, sino también en la proliferación de rutas enoturísticas y eventos relacionados con la cata de vinos.

El enoturismo ha ganado terreno, con regiones vinícolas como La Rioja, Ribera del Duero y Penedés recibiendo más visitantes interesados en aprender sobre el proceso de elaboración y disfrutar de catas. Esta cultura del vino está fomentando una conexión más cercana entre el consumidor y el producto.

5. Un consumidor más informado y digital

Los consumidores de vino hoy en día tienen acceso a una gran cantidad de información a través de internet y redes sociales, lo que ha cambiado su forma de comprar y consumir vino. En lugar de depender únicamente de recomendaciones en tiendas o restaurantes, muchos investigan online, leen reseñas y valoraciones, y compran directamente desde plataformas de comercio electrónico.

España ha visto un crecimiento notable en la venta de vinos online, impulsado por la comodidad y la posibilidad de acceder a vinos de diferentes regiones sin moverse de casa. Este fenómeno también ha permitido la internacionalización del vino español, ya que las bodegas pueden llegar a consumidores de todo el mundo a través de plataformas digitales.

6. Preferencias por formatos alternativos

Aunque la botella de vidrio sigue siendo el formato más popular para el vino, los consumidores están explorando opciones más prácticas y sostenibles. El vino en lata, en bag-in-box y en formatos más pequeños está ganando popularidad, especialmente entre las generaciones más jóvenes y aquellos que buscan una opción más cómoda y ligera.


Conclusión

El mundo del vino está en constante evolución, y España no es la excepción. El interés por los vinos ecológicos, la búsqueda de experiencias más informales y accesibles, y la mayor digitalización del consumo son algunas de las tendencias que están marcando el ritmo en los hábitos de consumo de vino. La capacidad de adaptarse a estas nuevas demandas será clave para bodegas y comercios que quieran conectar con este nuevo perfil de consumidor.


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