Vermouth

El vermouth es un tipo de aperitivo fortificado y aromatizado que tiene sus raíces en la tradición vinícola europea. A diferencia del vino blanco, que es simplemente vino elaborado con uvas blancas o tintas sin contacto con las pieles, el vermouth pasa por un proceso de elaboración más complejo. Comienza con un vino base generalmente (nuestro Roxmut está hecho a base de sidra), que puede ser blanco, rosado o incluso tinto. Este vino es luego mezclado con una variedad de hierbas, especias y otros botánicos, como el ajenjo, que le da su sabor característico y distintivo.

Para fortificar el vermouth, se añade alcohol, generalmente en forma de brandy, lo que eleva su contenido alcohólico y contribuye a su perfil de sabor más robusto. La mezcla se deja reposar durante un tiempo para que los sabores se integren completamente.

A diferencia del vino blanco, que se enfoca en la pureza de la uva y su frescura, el vermouth es una bebida más compleja y elaborada. Los botánicos pueden variar ampliamente entre diferentes marcas, lo que resulta en una gama de sabores desde dulces y especiados hasta amargos y herbales. Esta variabilidad lo convierte en una opción versátil para cócteles y aperitivos, diferenciándolo claramente del vino blanco que suele disfrutarse solo o acompañado de alimentos más sencillos. El vermouth puede servirse solo, con hielo o en combinación con otros ingredientes en cócteles clásicos como el Martini o el Negroni.